Espacio mágico creado por el alemán Ludwig Mies Van der Rohe, fue un manifiesto de la arquitectura moderna materializado en hormigón, acero, mármoles y cristal, dispuestos en planos paralelos y perpendiculares con delgadas columnas en forma de cruz.
Disfrutable como una obra de arte abstracto: pintura más escultura elevadas al cubo, ya que podemos estar dentro, recorrerlo, rodearlo y atravesarlo. Una instalación de proporciones armónicas pero sólida y habitable, que demostraba en 1929 la potencialidad de la arquitectura moderna para incorporar funcionalidad, racionalidad y belleza en la producción masiva de arquitectura.








