Los datos dicen que Parque Chas fue el último barrio en conformarse como tal, mediante una ley de 2005, que vino a reparar tal vez un despojo, otro de tantos, causado por la dictadura cívico-militar: un intendente, el tristemente célebre Brigadier Cacciatore le había quitado en 1976, vaya a saber uno por qué, la categoría de barrio. Algo habrán hecho.
Su rasgo más característico es quizás su trazado de calles circulares, más bien elípticas, con nombres de ciudades europeas. A tono con esos nombres y quizás por influencia de algún concejal de extracción socialista, una de las dos diagonales que atraviesan el laberíntico barrio se llamó, entre 1933 y 1941 “La Internacional”, luego lamentablemente cambiado por General Benjamin Victorica (un oscuro militar, genocida en la campaña del Chaco en la década de 1880). Vecinos de estas calles afortunadamente, están en plan de acciones para restituir el nombre original.
Otra versión del origen de su trazado desliza Tomás Eloy Martínez en su novela El cantor de tango: “Bonorino conjeturaba, sin embargo, que el trazado circular del barrio obedecía a un plan secreto de comunistas y anarquistas para proporcionarse refugio en tiempos de incertidumbre. ¿Cómo explicar, si no, […] que una pequeña arteria de cuatrocientos metros se llamara Treveris, en alusión a Trier o Treves, la ciudad natal de Karl Marx?”
Alejandro Dolina va más allá en su cuento La manzana misteriosa de Parque Chas: “A veces sucede que el paseante sigue en la misma calle aún después de doblar una esquina…En estas experiencias se descubrió que muchos vecinos son incapaces de indicar en qué calle viven. Asimismo existen casas que no dan a ninguna calle. Sus habitantes se alimentan de sus propios cultivos o de lo que generosamente les pasan por sobre las medianeras”. No tengo certezas de que esto último sea cierto, al menos no escuché ningún rumor acerca del incidente durante las numerosas recorridas por el barrio.
Pero al encontrarme en la esquina de Bauness y Bauness, me quedé pensando…
“No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin…”
jorge luis borges, laberinto (fragmento)
Incredible pics! !!!